¿Te cuesta soltar? ¿Te duele aferrarte y, al mismo tiempo, te pesa lo que rechazas?
Esta meditación es para ti.
A veces el dolor no está solo en lo que vivimos…
Está en lo que no podemos dejar ir.
En lo que tememos perder.
O en lo que no soportamos tener cerca.
Y también en esa lucha interna que muchas veces vivimos en silencio: la necesidad de controlar lo que ya no nos pertenece, y el miedo de abrir espacio a lo nuevo.
En Conecta con tu Ser, Vanesa ha creado una meditación guiada especial: un espacio íntimo y transformador para ayudarte a trascender el apego y el rechazo, no desde la mente, sino desde el cuerpo, la respiración y la presencia.
¿Qué puedes esperar de esta meditación?
A lo largo de esta práctica guiada, aprenderás a:
- Reconocer aquello a lo que te aferras emocionalmente y cómo se refleja en tu cuerpo.
- Identificar y liberar emociones como miedo, tristeza, rabia o frustración, desde un lugar seguro.
- Respirar el dolor sin huir de él, dándole espacio sin controlarlo.
- Soltar con conciencia aquello que ya no te pertenece.
- Liberarte del rechazo sin dejar de ser tú.
Esta meditación guiada está diseñada para ayudarte a encontrar un punto medio entre el control y la rendición, para que puedas habitar tus emociones sin que te devoren. Es una herramienta compasiva que puedes usar una y otra vez, cada vez que sientas que te pesa el alma.
Además, te invita a comprender que tu valor no está en lo que logras sostener, sino en lo que puedes soltar sin perderte. Muchas veces confundimos amor con apego, y protección con rechazo, cuando en realidad, lo que el cuerpo y el alma piden es espacio para sentir sin juicio.
No se trata de vaciarte.
Se trata de aflojar lo que pesa para volver a ti con más verdad.
¿Por qué nos cuesta tanto soltar?
Porque a veces soltar parece sinónimo de rendirse.
De perder.
De abandonar.
Nos dijeron que dejar ir es fracasar. Que sentir tristeza es debilidad. Que si algo nos duele, debemos evitarlo. Pero la verdad es que todo lo que evitamos, se queda dentro.
Soltar implica ver con claridad. Abrir espacio. Reconocer que algunas cosas tuvieron sentido en su momento, pero que ahora ya no nos sostienen, sino que nos retienen. Y eso duele. Pero también libera.
En realidad, soltar es una forma de amor.
De amor propio.
De respeto hacia lo que fue.
Y de permiso hacia lo que viene.
Cuando aprendemos a estar con lo que duele sin escapar, se abre un espacio interno nuevo.
Un lugar donde la vida puede volver a fluir.
Una puerta que deja de chirriar para convertirse en camino.
Y no se trata solo de relaciones. El apego también puede manifestarse hacia una idea, una identidad, una etapa de vida. Igual que el rechazo puede esconderse detrás de hábitos, personas, incluso partes de ti misma que todavía no sabes cómo abrazar.
Esta meditación es una invitación a mirar todo eso… con más compasión.
Una meditación para volver a ti, sin juicio
Esta meditación está especialmente recomendada para quienes:
- Están atravesando un duelo emocional o una ruptura.
- Sienten ansiedad al pensar en “dejar ir”.
- Se enfrentan a relaciones que no pueden soltar.
- Cargan con el peso de la culpa, la resistencia o la frustración.
- Desean abrir el corazón a la aceptación real.
Si alguna vez has sentido que tu cuerpo se tensa sólo de pensar en perder algo o alguien… Si sientes nudos en la garganta, en el pecho o en el estómago cuando ciertas personas o situaciones aparecen… esta meditación puede ayudarte a mirar todo eso con más suavidad.
No necesitas estar “lista”. Solo necesitas respirarlo.
Porque no hay momento perfecto para soltar. Pero sí hay respiraciones que pueden ayudarte a empezar.
La guía de Vanesa en esta meditación no busca que consigas un estado de calma forzado, sino que puedas acompañarte amorosamente en el proceso. En cada palabra, hay un ritmo que invita al cuerpo a aflojar, y un tono que abraza sin invadir.
¿Cuándo practicarla?
Puedes hacer esta meditación:
- Por la noche, antes de dormir.
- Después de una conversación difícil.
- Cuando te invada la ansiedad o la confusión.
- En medio de una crisis emocional.
- O cada vez que sientas que te estás perdiendo a ti… por intentar sostener lo que ya no toca.
Recuerda que soltar no es un acto puntual, sino un proceso. Y puedes usar esta meditación como un anclaje. Un refugio. Un lugar al que volver cada vez que lo necesites.
Incluso si ya has soltado una parte… aún puede quedar otra. Y está bien. Soltar no es todo o nada. A veces es apenas un respiro. Un gesto. Una palabra que no dices. Una lágrima que por fin te permites.
Y esta meditación te da permiso para todo eso.
Escucha la meditación aquí:
👉 https://youtu.be/4zbGUlfOCpQ
Y si esta meditación mueve algo dentro de ti,
si sientes aunque sea un pequeño suspiro de alivio…
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Tu historia puede ser el primer paso de otra mujer.
Descubre más
Si esta práctica te tocó el alma,
te invito a leer la carta que he preparado.
No es lo que piensas… pero puede ser justo lo que tu alma estaba esperando.
👉 https://vanesarecuerda.es/el-amor-que-esperas
Conecta con tu proceso. Conecta contigo.
Vanesa
Conecta con tu Ser
